
lunes, 24 de marzo de 2014
lunes, 17 de marzo de 2014
La Otra Costilla N° 8
El jueves 13 de marzo del 2014
Se celebró
el número 8 de La Revista artística literaria, La Otra Costilla.
Por primera
vez a
dos años de su primer número, la
revista celebró su lanzamiento en las dependencias de la Sociedad de Escritores
de Chile, SECH. Lamentablemente no contamos con la presencia de ningún
representante de la Sociedad de Escritores en el evento, a pesar de esto la
actividad se desarrolló dentro de un ánimo de fiesta, alegría, poesía, música y
la performance a cargo de la poeta Keit
Matus. En la música se presentaron; Tania Palma (cantautora) y Monty León (cantautor), artista recién llegado de su gira
por Brasil. La escritora Marcela Royo,
presentó su relato; “Desayuno En Compañía”. Se presentaron los poetas: André
Meyer, Sergio Silva, Rossana Arellano, Alvaro Sebastián Castro, Virginia Wood,
Eliza Adonis Reyes, Sandra Sanz y la escritora Alejandra Acuña.
La
presentación estuvo a cargo de la poeta Elizabeth Zuñiga (Denni Zú)
sábado, 1 de marzo de 2014
El ARTE CARCELARIO DE LA LIBERTAD MANQUE
“La poesía
fue un objeto de lujo, pero para nosotros es un artículo de primera necesidad:
no podemos vivir sin poesía” (Nicanor Parra)
Siempre me
he preguntado, ¿si la poesía es un arte superior, a las otras artes literarias?
Como afirman algunos de mis colegas poetas, o si es un artículo de primera
necesidad, como afirma Parra. Es muy probable que tarde muchos años o tal vez
toda mi vida para llegar a dilucidar esta interrogante.
En Chile no
basta con ser poeta, la vida del que escribe poesía es mucho menos romántica de
lo que se puede llegar a imaginar, el poeta debe volverse promotor de su propio trabajo,
gestor cultural y expositor. De esta forma se involucra en el ámbito literario
y cultural, luego que ha expuesto, gestado y promocionado su trabajo, debe
volverse algo así como un asistente
social y está obligado a aprender a llenar formularios y todo tipo de
documentos, persiguiendo la posibilidad de ganar una beca, un fondo cultural
municipal, o algún dinerito, una platita poca, destinada para publicar un
libro, o para asistir a una feria literaria, que se han vuelto una gran forma
de dar a conocer un trabajo literario, y luego de eso seguir gestando,
exponiendo y etc. Como si todo esto fuera poco existen poetas que desarrollan un trabajo (talleres literarios) en los lugares más
apartados y marginales del País, no
estoy segura, si cualquier persona aceptaría una labor como esta, ya que son
trabajos que exigen el máximo de
esfuerzo personal y a la vez son mal pagados (hablo en concepto material) ya
que por lo general las personas que ejercen estas labores consideran una
ganancia emocional el hecho de ayudar a otros, o mostrar una ventana de escape,
a aquellos que se sienten ahogados o sin salida.
En esta
ocasión quisiera presentarles a la poeta, escritora y tallerista
carcelaria Libertad Manque, lleva seis
años trabajando el “arte carcelario” en el centro penitenciario de Valparaíso,
como ella dice llegó a hacer un taller por unos cuantos meses, pero se enamoró
del entorno y se quedó con la firme convicción de que la literatura es
sanadora, regeneradora y que acerca a los hombres y mujeres de ese lugar a la
resiliencia, palabra muy utilizada en los últimos años y aunque en lo personal
me parece una moda de la vanguardia, una palabra utilizada para tranquilizar a
las masas y hacerlas creer que el levantarse una y otra vez de las adversidades
o adaptarse a las condiciones externas
de los nuevos tiempos es una gran condición, en mis tiempos a esta faceta humana
le llamábamos “aperrar” o “poner pecho a las balas” pero bueno quedémonos con
la resiliencia, suena bonito, siempre y cuando esto sirva de fórmula para
cambiar la vida de alguien que ha equivocado su senda.
Libertad
Manque se la juega por sus ideales insiste en que: El trabajo carcelario no sólo beneficia a los
participantes, sino al medio donde se desarrolla llámese entorno inmediato,
compañeros internos/as, personal de gendarmería, familiares directos y también
al público que recibe ya sea escuchando o leyendo la obra de los internos, y
más aun a quienes les llega de rebote la noticia, porque el participante cambia
se encuentra con la lectura primero que todo y comienza a caminar sin barrotes,
a soñar, a vivir, se refleja en su expresión en su sentido de vida, todo
cambia.
Por qué no creerle digo
yo, finalmente es ella la que a diario
concurre a encontrarse con los internos, es ella quien ve frente a frente la
metamorfosis de esos rostros, al sentir que juntando letras y versos fueron
capases de expresar un sentimiento, un sueño alguna idea personal.
Como no soy ninguna
niñita de Dios, todo lo contrario, me destaco por buscar la basura bajo la
alfombra, le pregunto de forma maliciosa.
¿Oye Libertad,
tú de verdad crees que la literatura cambiará la vida de alguno de tus
alumnos?
De los últimos
cinco alumnos, pienso que todos han
cambiado ya, de hecho dos están ahora en un sistema diferente que es el CET
centro de estudios y trabajo, en donde se les enseña un oficio y cumplen la
condena que les resta con salidas y beneficios especiales, ya no viven en
celdas y tienen sueldo, aunque no es mucho dinero, pero es su sueldo, se
capacitan y salen con apoyo. Sé que a los otros tres les costará un poco más,
pero saldrán bien, porque no son los mismos, estos dos han decidido a estudiar
carreras universitarias y tengo la plena confianza que lo lograrán.
Claro estoy de acuerdo con que se ven los cambios sobre todo
en los más jóvenes, pero me sigue extrañando y ya no es por maldad, si no por
mera curiosidad
¿Que aprende un tallerista
en un lugar como ese?
Este trabajo va más allá
de aprender, o beneficiarse ya que la experiencia es maravillosa,
reconstructiva, esperanzadora, sin límites, te puede parecer raro lo que te voy
a decir, pero es el lugar donde más LIBRE me he sentido.
Le doy gracias a Dios por
esta oportunidad, este regalo de esperanza que me da, que me revive y hace
sentir que sirvo, un poeta no es solo quien escribe y lee lindo, el poeta es la voz de los sin voz y un protagonista en
la vida política, social, familiar, es un todo.
Para terminar esta
conversación, quisiera saber ¿En qué se diferencia un delincuente común, con un
político?
Y la diferencia entre el
delincuente común y un político es harto
grande, el ladrón por lo menos que conozco "trabaja" y ayuda a su familia
completa y es muy solidario con el resto, aunque no estoy de acuerdo en la
forma, el fondo es entendible ya que generalmente es gente que no tiene
estudios y menos oportunidades de superación, el político en cambio es un tipo
que teniéndolo todo, se aprovechan del sistema y de los más desposeídos.
Pero no puedo decir que
esto es en general, hay políticos que realmente son servidores públicos, pocos,
pero hay quijotes, como en todos lados
Creo fielmente en el “Arte carcelario” e invito a todos a conocerlo.
Lejos lo que más me impacta de esta conversación es enterarme
que dos de los jóvenes privados de libertad, están prontos a iniciar su primer
año universitario, tengo la sensación que la cárcel de Valparaíso está abierta
a incorporar nuevas formas de reinserción social, utilizando para esto,
deporte, arte en todas sus formas, es de público conocimiento lo que ha
sucedido con el grupo musical RAYEN. Los he visto y escuchado en vivo y son
músicos geniales, tan buenos como muchos músicos Chilenos.
Quiero agradecer a Libertad Manque, por la amabilidad que tuvo
al responder mis preguntas y por su generosidad al contarnos algo que está
sucediendo en nuestra sociedad, a menudo estas noticias pasan desapercibidas ya
que estamos más atentos a lo malo que pasa a nuestro alrededor, que a estas
esperanzadoras noticias.
Por : Mónica Montero
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