jueves, 6 de enero de 2011

Primavera

Debiste ver a la abuela, boquiabierta
los ojos metidos al fondo,la cara seca.
Sometidos al viento sus cabellos
con las venas salientes y heroicas
al filo de la noche,acostada en el nicho.

luego la lluvia que quería despertarla.

¡Debiste ver! A los pájaros imperturbables. Piando.
Así,en días de fiesta.